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Cáncer de mama, Salud femenina

Aumenta la incidencia del cáncer de mama entre las mujeres jóvenes y es aterrador

Aunque las cifras globales en porcentaje siguen siendo pequeñas (alrededor del 9% de todos los nuevos casos de cáncer de mama en Estados Unidos se dan en mujeres menores de 45 años), existe una tendencia preocupante que apunta a un aumento de la incidencia del cáncer de mama en mujeres jóvenes de entre 20 y 30 años. 

Una nueva investigación procedente de Canadá muestra que entre las personas de 20 años se produjeron, de media, 5,7 casos anuales de cáncer de mama por cada 100.000 personas entre 2015 y 2019, frente a los 3,9 casos por cada 100.000 entre 1984 y 1988, lo que supone un aumento del 45,5%. En el caso de las treintañeras, se produjo un aumento del 12,5% en el mismo periodo. 

Estos datos canadienses confirman investigaciones similares realizadas en Estados Unidos. Como se publicó este año en la revista Journal of American Medicine (JAMA), un análisis transversal basado en la población de más de 200.000 mujeres menores de 50 años mostró un aumento de las tasas de incidencia del cáncer de mama entre las jóvenes estadounidenses y observó un cruce relacionado con la edad entre las mujeres blancas no hispanas y las negras. 

El cáncer de mama en mujeres jóvenes se considera actualmente un problema de salud pública teniendo en cuenta su importante morbilidad y mortalidad, así como la carga de disparidades existentes en la atención de estas pacientes. 

He aquí por qué saltan las alarmas. 

En primer lugar, las mujeres menores de 40 años no se someten a pruebas rutinarias de detección del cáncer de mama. Su única defensa es la conciencia corporal y las autocomprobaciones. Y sin embargo, a pesar de que más de la mitad de las veces las mujeres detectan ellas mismas un cáncer de mama al notar un cambio inusual en sus pechos, los autoexámenes han dejado de ser una práctica habitual aconsejada por los médicos (Nota editorial: no soy médico, pero por cierto estoy en total desacuerdo con esta práctica).

También existe la preocupación de que, al creer que son de bajo riesgo, muchas mujeres jóvenes no se realicen autoexámenes con regularidad. 

Cuando se presentan con una preocupación y/o encuentran un bulto, las mujeres a menudo se enfrentan a una ardua batalla para convencer a sus médicos de familia de que hagan algo al respecto. La formación de los médicos aún no se ha puesto al día con las nuevas investigaciones que apuntan a una tasa de aparición más temprana. Por ello, muchos médicos de cabecera siguen considerando el cáncer de mama como una enfermedad de mujeres mayores. He oído muchas historias de mujeres de 20, 30 y 40 años a las que no se les ha tenido en cuenta y a las que su médico ha dicho que eran "demasiado jóvenes".

Es más probable que el cáncer de mama en mujeres jóvenes se detecte en una fase más avanzada y suele ser más agresivo y difícil de tratar. Esto es especialmente cierto en el caso de las mujeres afroamericanas jóvenes, que ya tienden a desarrollar formas más agresivas de la enfermedad y que a menudo experimentan disparidades en la atención. 

El cáncer de mama a cualquier edad es algo terrible. Como mujer a la que diagnosticaron la enfermedad a los 50 años, conozco muy bien los estragos que causa en la salud mental, el cuerpo, la autoestima y las relaciones familiares. 

Pero, en mi humilde opinión, las mujeres jóvenes a las que se diagnostica un cáncer de mama tienen que soportar una carga aún mayor. 

Estas mujeres están en la flor de la vida. Están haciendo carrera. Están saliendo con alguien o acaban de casarse. Pueden estar pensando en tener hijos o en formar una familia joven. No sólo se preocupan por su imagen corporal. El cáncer de mama también afecta a su salud sexual y a su fertilidad, y supone una importante carga económica. 

Tienen que pensar y tomar decisiones rápidas sobre la extracción de óvulos. Tienen que gestionar el trabajo y las responsabilidades de la familia joven mientras reciben tratamiento. Les preocupa no ver crecer a sus hijos. Algunas tienen parejas que las abandonan porque son "hombres teta". Deben someterse a dolorosas inyecciones periódicas para dormir los ovarios o se los extirpan por completo. Se ven abocadas a una menopausia inmediata, con todos los problemas que conlleva: aumento de peso, trastornos del sueño, sofocos y dolor en las articulaciones. Viven, como todos nosotros, con la amenaza constante de la recurrencia. 

¿Por qué está aumentando la incidencia del cáncer de mama en mujeres jóvenes? Para algunas, como Angelina Jolie, se debe a una mutación genética o al riesgo familiar. Pero para las que no tienen antecedentes familiares, las razones de su aparición siguen estando poco estudiadas y mal comprendidas. Esperemos que esta nueva investigación catalice el cambio para que podamos llegar a la(s) causa(s) fundamental(es) del cáncer de mama en mujeres jóvenes, antes de que sea demasiado tarde. 

Ellyn Winters-Robinson es una superviviente de cáncer de mama, empresaria, autora, conferenciante muy solicitada, defensora de la salud de la mujer, comunicadora profesional y una rebelde de la salud reconocida en todo el mundo. El libro más vendido de Ellyn, "Flat Please Hold the Shame", es una guía de acompañamiento para las novias que se enfrentan al cáncer de mama. También es la cocreadora de AskEllyn.ai, el primer compañero conversacional de inteligencia artificial del mundo para quienes padecen cáncer de mama. Junto con Dense Breasts Canada y la galardonada fotógrafa Hilary Gauld, Ellyn también coprodujo I WANT YOU KNOW, un célebre ensayo fotográfico que muestra los diversos rostros e historias de 31 personas en su viaje por el cáncer de mama. La historia de Ellyn y AskEllyn.ai han aparecido en People Magazine, Chatelaine Magazine, Globe and Mail, CTV National News y Your Morning, y Fast Company.

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