Compartir la noticia de un diagnóstico con un niño pequeño puede ser todo un reto. Cuando me diagnosticaron a mí, mis hijos tenían veintipocos años y ya comprendían la gravedad del asunto, pero un niño de tres años quizá no lo entienda del todo.
En términos sencillos, podrías explicarle a tu hijo que mamá no se encuentra bien y necesita ir al médico con bastante frecuencia. Una de las analogías que he oído es equipararlo a tener un "chichón" dentro del cuerpo que los médicos ayudan a curar. Puede ser útil tranquilizarles diciéndoles que harás todo lo posible por sentirte mejor y que no pasa nada porque sigan jugando, riendo y siendo ellos mismos.
Si tu hijo hace más preguntas, intenta explicárselo en los términos más sencillos posibles, utilizando un lenguaje que pueda entender. Sin embargo, recuerda que no es fácil de entender para un pequeño; lo más crucial es que se sienta seguro y querido. Tu fortaleza y una comunicación abierta ayudarán a crear ese ambiente.
He aquí algunos consejos de otras personas que se han visto en la tesitura de criar a niños pequeños mientras recibían tratamiento contra el cáncer.
En primer lugar, si te ofrecen ayuda, no dudes en aceptarla. Puede ser en forma de comidas, cuidado de los niños o incluso limpieza de la casa. Esto le ayudaría a conservar su energía para usted y su hijo mientras sigue con el tratamiento.
A continuación, intenta no reprimir tus emociones. Es natural que los padres quieran proteger a sus hijos de las preocupaciones, pero también es importante que un niño entienda, en la medida de lo posible, a qué se enfrenta usted. Recuerde que los niños son astutos y pueden percibir cuando algo va mal. Asegúreles que no pueden "contagiarse" el cáncer; tuve una amiga que descubrió que esto preocupaba a su hijo pequeño.
Prioriza el autocuidado porque necesitas estar lo mejor posible para tus pequeños. Sé que es más fácil decirlo que hacerlo, pero hábitos sencillos como comer sano, hacer ejercicio con regularidad y descansar lo suficiente pueden ayudarte a superar este periodo. Apóyate de nuevo en tu círculo de apoyo. Estarás fatigada si te sometes a quimioterapia y/o radioterapia. Se sentirá más lento y necesitará descansar para recuperarse y curarse. Sin embargo, está demostrado que incluso el ejercicio ligero puede ayudar a aliviar los efectos secundarios, por lo que un paseo lento hasta el parque con los más pequeños es algo muy bueno.
Por último, dedica tiempo a realizar actividades tranquilas con tus hijos, como ver una película o leer un libro. Estos momentos crean momentos entrañables en los confines de tus niveles de energía.
Recuerda que el objetivo no es ser un superpadre, sino mantener una rutina lo más normal posible, asegurando al mismo tiempo a tus hijos que pueden reír y jugar aunque mamá o papá no se encuentren bien. Y que, pase lo que pase, sigues siendo su padre o su madre.
No soy una experta en crianza. Así que recurramos a los consejos de otros. Aquí tienes algunos consejos para padres de Dana Farber. Mi amiga Tori también escribió un libro para niños inspirado en su experiencia como madre de su joven familia durante el tratamiento del cáncer de mama.
¿Sabías que AskEllyn.ai puede hablar con un niño? Un pequeño no le hace preguntas directamente, pero AskEllyn puede servirle de entrenador para ayudarle a responder a las preguntas que le hagan sus pequeños.