Existen numerosas mutaciones genéticas asociadas al cáncer de mama. El número exacto puede variar en función de los criterios utilizados para definir estas mutaciones. Dicho esto, el número exacto de mutaciones conocidas no es fijo. Continuamente se descubren nuevas mutaciones a través de la investigación en curso. Sin embargo, se puede afirmar que hay cientos de mutaciones identificadas en varios genes asociados al cáncer de mama.
Las mutaciones genéticas de alto riesgo vinculadas a un mayor riesgo de cáncer de mama incluyen BRCA1 y BRCA2, así como TP53, PTEN, CDH1, STK11 y PALB2. Cada uno de estos genes puede tener múltiples mutaciones asociadas con el riesgo de cáncer de mama. Además de estos genes de alto riesgo, existen genes de riesgo moderado y bajo, como CHEK2, ATM y NBN, que presentan diversas mutaciones que pueden contribuir al riesgo de cáncer de mama. Por último, existen variantes genéticas comunes, identificadas mediante estudios de asociación de todo el genoma (GWAS), que se asocian a un menor aumento del riesgo de cáncer de mama. A menudo se trata de polimorfismos de un solo nucleótido (SNP).
Debo señalar que no me hicieron pruebas genéticas para el cáncer de mama. Mi cáncer era una forma común y, como tenía más de 50 años cuando me lo diagnosticaron, mis médicos no lo consideraron necesario. Sólo el 5-10% de los casos de cáncer de mama están relacionados con la genética.
Dicho esto, hay cáncer en la familia de mi padre. Él y muchos de sus hermanos murieron de la enfermedad, así que siempre me preguntaré si hubo una conexión genética.
El tema de la mutación genética surge sin duda en las conversaciones que mantengo con las mujeres y tiene consecuencias especialmente graves para las jóvenes. Profundicemos un poco más en el tema.
¿Qué es la mutación BRCA?
Las mutaciones BRCA1 y BRCA2 representan un porcentaje significativo de los cánceres de mama hereditarios.
BRCA1 y BRCA2 son genes que todo el mundo tiene. Estos genes producen proteínas responsables de reparar el ADN dañado, por lo que desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento de la estabilidad genética de las células. Sin embargo, cuando hay mutaciones en estos genes, su capacidad para reparar el ADN se ve comprometida, lo que conlleva un mayor riesgo de cáncer. Los cánceres más conocidos asociados a las mutaciones BRCA son el de mama y el de ovario, pero estas mutaciones también pueden elevar el riesgo de padecer otros tipos de cáncer, como el de próstata y el de páncreas.
¿A quién afecta la mutación BRCA?
Aunque las mutaciones BRCA pueden darse en cualquier población, son especialmente frecuentes en personas de ascendencia judía asquenazí. Aproximadamente 1 de cada 40 personas de ascendencia judía asquenazí es portadora de una mutación BRCA, frente a 1 de cada 400 en la población general. Esta mayor prevalencia se debe a un efecto de cuello de botella genético, por el que los rasgos genéticos de una población pequeña se amplifican con el paso de las generaciones. Otras poblaciones, como la noruega, la holandesa y la islandesa, también presentan mutaciones fundadoras. Un estudio reciente realizado en el Reino Unido sugiere que una de cada 100 personas con abuelos de las Orcadas tiene una mutación específica del gen BRCA1. Según el estudio, la ascendencia familiar de la mayoría de ellos se remonta a la isla de Westray. Se cree que es la primera vez que se establece un vínculo ancestral geográfico de este tipo en el Reino Unido.
El impacto de las mutaciones BRCA es significativo para quienes las heredan. Las mujeres con una mutación BRCA1 tienen entre un 55% y un 65% de probabilidades de desarrollar cáncer de mama a los 70 años, mientras que las portadoras de una mutación BRCA2 tienen alrededor de un 45% de probabilidades. El riesgo de cáncer de ovario también es elevado: las portadoras de la mutación BRCA1 tienen un 39% de probabilidades y las portadoras de BRCA2, un 17% a los 70 años.
Cómo hacerse la prueba de las mutaciones BRCA
Las pruebas para detectar mutaciones BRCA consisten en un sencillo análisis de sangre o saliva que busca mutaciones específicas en los genes BRCA1 y BRCA2. Sin embargo, la decisión de someterse a una prueba genética debe tomarse con detenimiento e, idealmente, con la orientación de un asesor genético. A continuación se indican los pasos del proceso:
- Asesoramiento genético: Antes de realizar la prueba, un asesor genético revisará sus antecedentes familiares y médicos para evaluar su riesgo y discutir las implicaciones de los resultados de la prueba.
- Análisis: Si decides seguir adelante, se recoge una muestra de tu sangre o saliva y se envía a un laboratorio para su análisis.
- Resultados e interpretación: Los resultados suelen tardar unas semanas. El asesor genético le ayudará a interpretar los resultados y le explicará los pasos a seguir.
- Toma de decisiones: En función de los resultados, es posible que deba tomar decisiones sobre medidas preventivas, que pueden incluir una mayor vigilancia, medicación o cirugía preventiva.
El impacto de las mutaciones BRCA en las mujeres
Para las mujeres que obtienen un resultado positivo en una prueba de mutación del gen BRCA, este conocimiento puede ser a la vez alentador y desalentador. Ofrece la oportunidad de tomar medidas proactivas para reducir el riesgo de cáncer, pero también conlleva importantes retos emocionales y psicológicos. Hace poco tuve una conversación con una mujer que descubrió que tenía la mutación BRCA a una edad temprana y optó por extirparse ambos pechos antes de los 30 años como medida preventiva. Me explicó que la perseguía continuamente la idea de que el cáncer de mama no era un quizá, sino un cuándo. Simplemente no podía vivir con el peso psicológico de ese conocimiento persiguiéndola. Le creaba una ansiedad y un miedo terribles.
Mastectomía profiláctica: Una elección valiente
Una de las medidas preventivas más drásticas pero eficaces es la mastectomía profiláctica (preventiva). Esta cirugía consiste en extirpar una o ambas mamas antes de que se desarrolle el cáncer y puede reducir el riesgo de cáncer de mama hasta en un 95% en las mujeres con mutaciones BRCA. La elección de someterse a esta cirugía es una decisión profundamente personal que requiere una inmensa valentía y resistencia. Es una opinión personal, pero la decisión de someterse a una mastectomía profiláctica, aunque preventiva, es en mi opinión un profundo acto de valentía. Me diagnosticaron cáncer. Las mujeres que optan por la mastectomía profiláctica, a menudo a una edad temprana, deben aceptar la pérdida de sus pechos, que siguen estando estrechamente ligados a la feminidad y la identidad. También deben enfrentarse a los retos físicos y emocionales de la cirugía, la recuperación y la reconstrucción (montículo mamario o, si permanecen planos, pared torácica). Las mujeres que toman esta decisión lo hacen por el deseo de tomar las riendas de su futuro y reducir la incertidumbre que conlleva una mutación BRCA.
Vivir con el conocimiento
Otras mujeres a las que se ha diagnosticado un BRCA u otra mutación genética optan simplemente por un seguimiento con el apoyo de sus médicos. Participan en programas de seguimiento de alto riesgo y se someten anualmente a mamografías, resonancias magnéticas y exámenes clínicos de mama. Esta vigilancia ayuda a detectar precozmente cualquier cáncer, cuando es más tratable.
Historias inspiradoras
No dejan de asombrarme las mujeres que se enfrentan a este viaje y, en lugar de permanecer en privado, comparten sus historias con el mundo. Por ejemplo, la actriz Angelina Jolie llamó mucho la atención sobre la mutación BRCA cuando compartió públicamente su decisión de someterse a una doble mastectomía profiláctica. Su franqueza ayudó a muchas mujeres a sentirse menos aisladas y más capacitadas para tomar las riendas de su salud. Más recientemente, tuvimos noticias de la actriz Olivia Munn, que tras conocer que tenía un perfil de alto riesgo y ser diagnosticada de cáncer en estadio inicial optó por una doble mastectomía y una histerectomía. La escritora Deb Harkness, diagnosticada y tratada en la misma época que yo de cáncer de ovario relacionado con el BRCA, también se sometió a una doble mastectomía preventiva.
Un diagnóstico con la mutación BRCA presenta retos significativos. También ofrece la oportunidad de gestionar la salud de forma proactiva. Conocer el propio riesgo, someterse a las pruebas y tomar decisiones informadas sobre medidas preventivas son pasos clave en la gestión de esta predisposición genética. La valentía de las mujeres que se enfrentan a estas decisiones es realmente impresionante. Encarnan la resistencia y la fortaleza. Al tomar las riendas de su salud y compartir abiertamente sus historias, inspiran a otras a tener el valor de hacer lo mismo.