Es mucho lo que hay que procesar cuando te diagnostican cáncer de mama por primera vez y pronto te encontrarás sentada delante de tu cirujano y tendrás que tomar decisiones que afectarán a tu cuerpo de por vida. Es importante que esté informada y se sienta cómoda con su plan quirúrgico y de tratamiento. Recuerdo todas las preguntas que me rondaban por la cabeza durante ese tiempo.
He aquí algunas preguntas que me ha parecido importante formular:
- ¿Puede explicarme el tipo y el estadio de mi cáncer de mama?
- ¿Se requieren pruebas o imágenes adicionales?
- ¿Cuáles son mis opciones quirúrgicas y reconstructivas?
- ¿Cuántas intervenciones quirúrgicas conlleva la reconstrucción?
- ¿Qué significa esto para mis opciones de tratamiento?
- ¿Cómo es el tiempo de recuperación?
- ¿En cuánto tiempo puedo volver a la actividad normal?
- ¿Cuáles son los siguientes pasos tras la operación?
- ¿Qué impacto tendrá esto en mi vida, tanto física como emocionalmente?
- ¿Podría aclarar el potencial de recurrencia?
También me pareció un gran recurso el Breast Book de la Dra. Susan Love. Me gustó estar preparada e informada durante las conversaciones con mi cirujano de cáncer de mama, oncólogo y otros especialistas. La lectura de este libro fue como armarme de conocimientos y me dio la capacidad de hacer preguntas precisas desde un lugar de conocimiento informado. Aquíhay un enlace a su libro.
Para la cita en sí, comprenda que está sufriendo un trauma y que puede no estar pensando o escuchando con claridad. Trae a tu pareja o a un amigo a la cita como "persona de apoyo". Pídale que tome notas por usted. Y pregunte a su cirujano si puede grabar la reunión en su teléfono. La mayoría de los cirujanos no tienen inconveniente.
Buscar a otras supervivientes también puede ser una valiosa fuente de consejos y apoyo. Aprendí mucho de mujeres que ya habían recorrido este camino. Recuerda siempre que tu viaje es único y, aunque hay similitudes con el de otras personas, tu experiencia personal y tu tratamiento deben ser personalizados para ti.
Por último, recuerda hacer caso a tus instintos. A la hora de decidir mis opciones quirúrgicas y mi tratamiento, fue crucial para mí confiar en mis instintos. Escuchar mi voz interior me llevó a tomar decisiones mejores y más informadas sobre mi cuerpo y mi salud. No me arrepiento de nada.