Ya he escrito anteriormente sobrela toxicidad financieray el diagnóstico de cáncer. Ahora, la Sociedad Canadiense contra el Cáncer ofrece nueva información sobre el tema, que subraya la carga financiera real que acompaña a un diagnóstico de cáncer.
El primer informe de este tipo, titulado Canadian Cancer Statistics: Un informe especial 2024 sobre el impacto económico en Canadá, ha sido elaborado por el Comité Asesor de Estadísticas Canadienses sobre el Cáncer en colaboración con CCS, Statistics Canada y la Agencia de Salud Pública de Canadá, con análisis realizados por la Asociación Canadiense contra el Cáncer. En él se pone de manifiesto el importante coste económico de un diagnóstico de cáncer en Canadá, donde el paciente de cáncer medio tiene que hacer frente a la toxicidad financiera y a casi 33.000 dólares en costes, incluidos los gastos de bolsillo y la pérdida de ingresos durante el tratamiento y la recuperación.
Los pacientes de cáncer y sus cuidadores soportan una carga económica anual de 7.500 millones de dólares por toxicidad
Según el informe, las personas con cáncer y sus cuidadores asumen el 20% de los costes totales del cáncer en Canadá, con una toxicidad financiera que asciende a la asombrosa cifra de 7.500 millones de dólares sólo este año. Con el aumento del coste de la vida y el mayor número de personas diagnosticadas de cáncer en Canadá debido al crecimiento y envejecimiento de la población, se prevé que esta cifra aumente en la próxima década hasta los 8.800 millones de dólares anuales.
"El cáncer tiene un precio increíblemente elevado: es inaceptable saber que una parte tan importante de los costes recae sobre las personas con cáncer y sus familias", afirma la Dra. Jennifer Gillis, Directora de Vigilancia de la Sociedad Canadiense contra el Cáncer. "Este informe nos da una idea de lo elevados que son esos costes. Con estos nuevos datos, debemos preguntarnos qué más se puede hacer para apoyar a los canadienses en un momento en que su atención debe centrarse en su salud y su recuperación."
La toxicidad financiera contribuye a empeorar la salud
La toxicidad financiera puede contribuir a empeorar los resultados sanitarios, y algunos optan por retrasar o renunciar a aspectos de su tratamiento. Las personas que tienen que trabajar menos o dejar su empleo debido a la enfermedad, junto con los cuidadores que necesitan ausentarse, corren el riesgo de perder la cobertura sanitaria esencial y los ingresos.
La carga no se deja sentir por igual: los hogares con rentas más bajas y las personas con ingresos fijos se ven afectados de forma desproporcionada, y los habitantes de comunidades rurales y remotas alejadas de los centros de tratamiento pagan más por los gastos de desplazamiento para recibir la atención necesaria. Según datos recientes de MNP Ltd., a más del 50% de los canadienses les quedan menos de 200 dólares a final de mes después de pagar sus facturas. Para muchos, 33.000 dólares podrían representar años de ahorro para objetivos importantes como comprar una casa o pagar una hipoteca, financiar una educación o ahorrar para la jubilación.
Sólo porque el cáncer haya llegado a su vida, sus gastos cotidianos no desaparecen de repente. Hay facturas e hipotecas e impuestos que pagar y comestibles que comprar. Más del 80% de las mujeres a las que se diagnostica un cáncer en edad laboral tienen que ausentarse de su puesto de trabajo, lo que probablemente implique una incapacidad de larga duración y una reducción de ingresos. Los cónyuges también suelen tener que ausentarse del trabajo para ayudar con las tareas de cuidado y atención de los hijos. Además, el diagnóstico de cáncer conlleva gastos adicionales, como medicamentos con receta, atención domiciliaria, dispositivos de asistencia, pelucas y coberturas para la cabeza, cuidados familiares, gastos de viaje y alojamiento. Cuanto más avanzado es el diagnóstico, mayor es la carga económica y menos probable es que una persona pueda trabajar a tiempo completo.
Mi familia también sintió el pellizco de la toxicidad financiera
Como trabajadora autónoma y principal fuente de ingresos del hogar, recuerdo perfectamente la conversación que mantuvimos con mi marido y nuestro planificador financiero sobre "qué pasaría si Ellyn no pudiera trabajar durante un año" tras conocer mi diagnóstico de cáncer de mama. Teníamos que prever los peores escenarios y poner en marcha esos planes, que, de llevarse a cabo, habrían mermado drásticamente nuestros ahorros para la jubilación. También recuerdo la llamada del farmacéutico para informarme de que mi inyección de Lapelga, que tenía que administrarme después de cada sesión de quimioterapia, me costaría 400 dólares de mi bolsillo CADA VEZ.
En el blog que escribí sobre la toxicidad financiera ofrecí los nombres de algunas organizaciones dedicadas a ayudar a quienes tienen una carga financiera. Además, como parte de este anuncio, la CCS hace un llamamiento a los gobiernos para que presten más apoyo a la reducción del coste del cáncer haciendo oír su voz. Si es usted canadiense y está leyendo este blog, firme hoy mismo nuestra petición en cancer.ca/costofcancer.
La CCS también ofrece diversas ayudas para aliviar la carga económica de los cuidados oncológicos, como transporte hasta el lugar de tratamiento, alojamiento, ayuda económica para viajes y pelucas o prótesis gratuitas. Visite cancer.ca para saber qué ayudas hay disponibles en su región.
Otras conclusiones clave del informe
- Se calcula que el coste total del cáncer para la sociedad será de 37.700 millones de dólares en 2024.
- Se prevé que los costes de los sistemas sanitarios representen el 80% de los costes sociales del cáncer, aproximadamente 30.200 millones de dólares en 2024.
- Se prevé que el cáncer de pulmón, mama, colorrectal y próstata, combinados, representen el 47% de los costes de los sistemas sanitarios y que, combinados, alcancen los 14.200 millones de dólares en 2024.
- El primer año tras el diagnóstico de cáncer es el más costoso para las personas con la enfermedad. Se prevé que los costes para las personas con cáncer y sus cuidadores durante el primer año de atención ascenderán a 5.200 millones de dólares en 2024, lo que supone algo menos de la mitad de los costes soportados por los sistemas sanitarios en esta fase de la atención.